Durante los años en que el EURIBOR se encontraba en cifrasaltas, las entidades bancarias empezaron a ofertar préstamos pactados en otroíndice de referencia, habitualmente el LIBOR (índice del mercado deLondres) asociado a alguna divisa extranjera, que solía ser el franco suizoy/o el yen japonés. Esto resultaba atractivo para los prestatarios dado queen esos momentos en los cuales el EURIBOR se encontraba muy alto, este Índice ylas divisas mencionadas se encontraban por debajo, y muy bien al cambiorespecto al euro. El pago final y el cálculo de la cuota y del capitalpendiente de amortizar, se realiza en euros, por lo que en función de cómo estéal cambio la moneda pactada en referencia al euro, la cuota es superior oinferior, y el capital amortizado lo mismo.
Son reclamables la inmensa mayoría, ya que al poco tiempo deofertar este tipo de préstamos, la fluctuación entre divisas fue bestial. Elyen japonés se apreció hasta un 40% con respecto al euro, por lo que las cuotasmensuales subieron en esa proporción, y el capital pendiente que aun se debía,no dejaba de aumentar aunque se abonasen religiosamente las cuotas mensuales.
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